¨Somos una empresa racional, no hablamos de sentimientos¨, está afirmación no podría estar más desactualizada y equivocada ya que según nuestras investigaciones de mercado hemos demostrado que la emoción o los sentimientos corresponden al 70% de influencia en las compras de los consumidores.

Existen empresas que han logrado desarrollar un fuerte sentimiento de marca entre sus consumidores, como es el caso de Disney, cuyos fanáticos incluso se convierten en empleados a través de sus diversos programas de entrenamiento a nivel global. 

Me fascina como Bancolombia está buscando también poner los sentimientos en todo lo que hace y plasma en sus slogans: ¨Le estamos poniendo el alma¨ o ¨Nos guía la razón, pero nos mueve el corazón¨.

El sentimiento de marca consiste en un apego emocional que los clientes desarrollan por un producto o marca.  

Generalmente, el consumidor puede desarrollar emociones hacia una marca en términos de diversión, seguridad, autoestima, status, aprobación social, etc. 

Este sentimiento indica lo bien que nos relacionamos con una marca concreta y lo intensa que es nuestra relación con ella.

El sentimiento que una marca genera, puede convertirse en la razón por la cual un consumidor la prefiera VS otras que puedan ofrecer los mismos atributos o beneficios; si no logran hacerlos sentirse de forma especial o bien, simplemente no forman parte de sus vidas.

Lo primero que las empresas deben vencer es la resistencia en hablar de los sentimientos de marca y lo segundo es descubrir cuales son las emociones asociadas a la marca y la experiencia; ojalá a través de una metodología científica como la antropología empresarial que es la ciencia del comportamiento ideal para mapear sentimientos y emociones del consumidor.