La diversidad cultural, el rápido acceso de información, entre otros factores o circunstancias hacen imposible la tarea de definir un estereotipo o personal buyer creíble.
El consumidor de moda no es el típico cazador que busca gastar lo que tiene en su billetera buscando precios bajos; la compra de moda es mucho más que un trueque entre producto y dinero. Él o ella están buscando en las vitrinas una pinta que es parte de la realización de un evento, parte de la teatralidad de un estilo de vida. Incluso promociones que tapan la vitrina contribuyen más a distanciar los clientes de entrar que invitarlos a la compra. Y los que entran no están buscando una conexión emocional con la marca sino más bien una compra sin mucho sentido.
Las marcas siempre estarán presionadas por sus vendedores a realizar promociones, dar descuentos y bajar precio. Y eso lo único que logra es ¨quebrar¨ empresas que podrían estar gozando de la prosperidad.
Los buenos consumidores más que descuentos buscan un producto que haga parte de su momento de prosperidad en el trabajo, de ser buena mamá, de momentos románticos etc. El gran problema es que el benchmark y el personal buyer solo contribuyen para crear el océano rojo donde las vitrinas y catálogos de moda están cada vez más parecidos. Y al final con tanto inventario de productos que no sedujeron solo resta quemar a través de grandes SALES que destruyen el margen y generan perjuicio y desempleo, creando un círculo vicioso.
Los diseñadores de moda tienen acceso a las mismas ¨macrotendencias¨, los numéricos analizan datas muy parecidas que están relacionados a lo que la gente compró y no lo que desea comprar.
Cada marca de moda debe encontrar un ciclo virtuoso empezando por conocer una segmentación real basada en las emociones acorde a su ADN, lo que llamamos en Roberto Guarnieri y asociados: ¨Nanonichos¨. Los Nanonichos permiten encontrar nanotendencias que algún día serán macrotendencias de moda, ese conocimiento integrado a toda la cadena logística genera el deseo por la compra de los productos.
En ese sentido existe la oportunidad de poder entender la demanda a través de la metodología etnográfica y con eso lograr mapear los NANONICHOS de oportunidades.
En Roberto Guarnieri y asociados hemos realizado estudios para distintas marcas de Brasil, Colombia y Latinoamérica y los resultados a largo plazo son ganadores porque las marcas dejan de crear y producir en la oscuridad y ganan una brújula que permite crecimientos impactantes en ventas.