Los seres humanos y las emociones van de la mano. Si le quitamos las emociones a los humanos seríamos simples robots, y sabemos que los robots no compran ¿Cómo podemos entonces hacer de las emociones un elemento clave de nuestra estrategia de marketing?

Las campañas de marketing se enfocan en las emociones, es por eso que desencadenar respuestas emocionales de una audiencia, es un elemento importante para una campaña exitosa. Ya que se dice que una audiencia conecta más con una campaña a nivel emocional que a nivel racional.  

Teniendo en cuenta la competencia de mercado que existe hoy en día, llegar a las emociones correctas de una audiencia, puede ser un gran reto. Desde la felicidad y admiración, al enojo y la tristeza. El contenido generado para los clientes, ofrece una gran oportunidad no solo para alcanzar a diferentes audiencias, sino también para causar un impacto en ellas, siempre y cuando se hagan las cosas de manera correcta.

Lo ideal es evitar campañas copiando otras, que de pronto ofrecen emociones distintas a la marca, lo primero que se debe hacer, es realizar una investigación antropológica etnográfica, para mapear oportunidades y emociones que la marca ofrece o podría ofrecer.

Es muy importante no inventar o crear de la nada, pero si lograr conducir la creatividad a través de emociones y valores reales, genuinos, para que la campaña de marketing llegué al corazón del público objetivo.

Cuando las campañas estás conectadas a emociones reales que fueron descubiertas a través de una metodología científica como la etnografía, los resultados se ven reflejados en crecimientos en ventas exponenciales. Hemos visto empresas salir de la 12° posición en ventas para lograr la 2°posición en el mercado.

Incluso en mercados que parecían tan racionales como el B2B, las empresas pueden hacer uso de las emociones como un diferencial competitivo.